Uno de los grandes problemas de nuestro siglo es la ansiedad y el estrés. Encontrar la forma de combatirlos es fundamental para muchas personas que ven cómo afecta a su vida diaria. Una de las nuevas técnicas para mejorar su calidad de vida es la de libertad emocional (EFT), también conocida como tapping. Una técnica que utiliza puntos de acupresión para ayudar a liberar bloqueos de energía para tratar problemas emocionales y psicológicos.
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¿Qué es el tapping?
El tapping combina aspectos de la acupuntura china milenaria con elementos de la psicología moderna. El doctor estadounidense Roger Callahan hace más de 30 años, como se explica en el artículo Qué es el «tapping» y por qué dicen que puede ayudarte a superar traumas y manías, desarrolló una serie de secuencias en las que sus pacientes presionaban distintos puntos del cuerpo con técnicas de acupuntura o acupresión. Uno de los estudiantes de Callahan, Gary Craig, modificó el proceso y desarrolló la técnica de liberación emocional (EFT) que se conoce hoy en día como tapping.
Como explican Esther Alvarado y Danuel Izzedin en su artículo Tapping’: curarse a base de ‘toques en realidad, es «una manera de llamar a la puerta de nuestro cerebro para que la energía de cada persona se reequilibre y consiga eliminar aquello que la perturba. Es una técnica de liberación emocional que se basa en los principios de la acupuntura, sin contraindicaciones.
Únicamente no debe practicarse durante el parto y cuenta con una eficacia «altísima», dicen, para resolver problemas. Por ejemplo fobias, superar malos hábitos (fumar, morderse las uñas…), problemas de aprendizaje, estrés, dolores físicos o alergias».
¿Cómo nos puede ayudar el tapping?
La EFT se ha utilizado en el pasado para tratar el trastorno de estrés postraumático en veteranos de Vietnam, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea. Los síntomas del TEPT de los veteranos se redujeron significativamente después de usar la técnica de tapping. Ya no experimentaron recuerdos retrospectivos, pesadillas ni hiperreactividad ante eventos ordinarios.
Para los expertos la técnica de tapping funciona para la mayoría de los problemas relacionados con el estrés. Eso incluye problemas fisiológicos como el dolor, la fibromialgia y la psoriasis con un componente de estrés. Se recomienda ante problemas como la ansiedad (vitaminas para la ansiedad), la depresión, el trastorno de estrés postraumático y las fobias.
¿Cómo practicar el tapping?
El primer paso para practicar el tapping es identificar el problema que se quiere abordar.
Puede ser una situación general que produzca ansiedad o una preocupación específica. Tras valorar de 1 a 10 el nivel de ansiedad que siente se debe comenzar a golpearse con las puntas de los dedos. Esto debe hacerse en determinados puntos del cuerpo, al tiempo que dice frases positivas sobre sí misma.
Los puntos esenciales se golpean suave y repetidamente. Estos son la cabeza, las cejas, el lado del ojo, la parte inferior de los ojos y la nariz, el mentón, la clavícula, el pecho u el costado o debajo de las axilas. Las frases se deben repetir varias veces mientras se van recorriendo los nueve puntos. Al terminar, se vuelve a medir el nivel de ansiedad. Si la técnica ha funcionado, este se habrá reducido.
Funcionamiento del tapping
Para muchos expertos, como Dawson Church, autor de un libro titulado Mind to Matter, el tapping puede ser una solución. “Los malos recuerdos activan el sistema límbico de tu cerebro. Cuando combina una señal traumática con una señal suave como hacer tapping, eso le dice a su sistema límbico que la memoria no es una amenaza aquí y ahora. Una vez que rompe el vínculo entre la memoria y una respuesta de lucha o huida, aunque solo sea una vez, esa asociación permanece rota. En otras palabras, el evento traumático ya no provocará una reacción de estrés”.
Una técnica moderna y diferente que puede ayudar a paliar la ansiedad y el estrés. Solo con unos sencillos ejercicios y la repetición de unas frases determinadas.
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